¿Verdadero o falso? 6 realidades sobre la belleza

Desde que comenzamos a dar nuestros primeros pasos en el cuidado y mantenimiento de nuestra piel, nuestras madres, amigas y entorno en general nos cuentan un sinfín de consejos sobre cómo es el ideal de belleza y qué rutinas instalar en nuestro día a día. Hoy queremos explicarte las que son ciertas y las que no.

1.- No hace falta limpiar la cara si no te has maquillado ese día: seguro que si eres una asidua de nuestra web, ya conoces la respuesta a este mito: es falso, puesto que lo primero que debemos tener claro y hacerlo de manera constante es una correcta limpieza de la cara, tanto si nos hemos maquillado como si no, ya que las impurezas y las toxinas pueden estar adheridas al rostro y hay que eliminarlas.

2.- Solo hay que usar protector solar cuando vamos a la playa o piscina: también es falso, ya que debemos usar protección solar durante todo el año, ya sea invierno o verano, esté nublado o con un sol resplandeciente.

3.- Las cremas y el maquillaje caducan, esta es una gran verdad, cualquier producto cosmético lleva una fecha de caducidad, una vez lo hemos abierto. Fíjate en el icono de un tarro abierto que encontrarás en la caja y al lado verás una leyenda “12m”, efectivamente indica 12 meses en este caso, en otros casos será más o menos.

4.- Las cremas antiedad y el contorno de ojos hay que usarlas a partir de los 20 años, también es cierto, ya que es sobre esta década cuando debemos marcarnos una rutina de prevención y lucha contra el envejecimiento prematuro.

5.- El azúcar envejece, es verdadero. Si en los últimos tiempos estamos viviendo una auténtica cruzada contra el azúcar refinado podemos sumar otra razón, y es que la glicación, proceso que sufre el azúcar degrada nuestra producción natural de colágeno desembocando en el envejecimiento prematuro.

6.- Si tienes acné, no debes tocarte los granitos, esta es una verdad como un templo, sabemos que a veces es difícil resistir la tentación pero cuanto más toques esta zona afectada, mayor grasa producirás, exactamente lo que estás tratando de evitar. No te olvides de usar productos especiales para tratar el sebo.