Cuando el sérum se convierte en el mago de nuestra piel
may 14, 2018 | Elisa Smith
El sérum, también conocido como suero facial, se ha convertido en los últimos años en el gran aliado de todas las rutinas de belleza de las mujeres. Su textura ligera y suave y sus beneficios sobre nuestra piel hacen que su uso sea imprescindible en el día a día. Además, es un producto de rápida absorción, por lo que no nos deja un aspecto graso y cuenta con una serie de activos más potentes y concentrados muy favorables para el rostro, ya que es capaz de penetrar en las capas más profundas de la piel.
La función principal del sérum será la de nutrir y regenerar nuestra piel desde dentro para que cuando apliquemos nuestra crema hidratante actúe como barrera protectora a los agentes externos, como cambios de temperatura, etc. Si quieres saber cómo el sérum puede cambiar el aspecto de tu tez no te pierdas estos consejos sobre su utilización.
El sérum debemos aplicarlo después del ritual de limpieza, una vez que hemos retirado todas las impurezas de nuestra piel. Con una cantidad pequeña de producto será suficiente (de dos a cuatro gotitas) para que todas sus bondades penetren en nuestra piel. Aplícalo de dentro hacia fuera del rostro en pequeños movimientos circulares suaves, sin presión, también en el cuello y en el escote.
Después, debes dejar que actúe unos instantes antes de aplicar la crema hidratante. No lo hagas al revés (primero la crema hidratante y después el sérum) puesto que la crema actuará como una barrera y no conseguiremos que el sérum despliegue todos sus beneficios en las capas más profundas de la piel.
Además, puedes aplicarlo tanto por la mañana como por la noche y a diario, presta atención de no aplicarlo alrededor de los ojos.
No hace falta que esperemos a tener cierta edad para comenzar a incluir el sérum en nuestras rutinas de belleza, siempre será un aporte extra y beneficioso.
¿Necesitas más razones para incluir el sérum facial en tu rutina?